Envases biodegradables: ¿Son realmente una opción sostenible?

La búsqueda de distintas formas de reducir los desechos generados por el uso de envases plásticos ha obligado a distintas empresas y organismos privados a que apuesten por la investigación y fabricación de envases biodegradables. 

La biodegradación ocurre cuando un material es desintegrado por agentes biológicos para que estos puedan reintegrarse a la naturaleza sin la intervención de ningún agente humano, estos envases biodegradables se hacen pensando en ser usados como composta para sembradíos y jardines; pero se debe considerar que muchos de ellos sí generan algunos trozos de micro plásticos que sin duda siguen contaminando la tierra. 

Justo por esta razón, obtener la certificación como un producto biodegradable es un proceso lento y costoso, ya que el organismo encargado debe dar fe de los materiales que se utilizan para fabricarlos, la tintura utilizada, el tiempo que tardará en descomponerse, reintegrarse, si hay algún material que pueda dañar las cosechas o el suelo, entre otros factores que son considerados.

Por otra parte, la biodegradación conlleva necesariamente un proceso de liberación de gases y vapor de agua, que son causantes del efecto invernadero, si uno de los problemas es el cambio climático debido a esto, quizás debamos buscar otras opciones. Sumado a ello, hay que considerar el tiempo que tardan en descomponerse y evaluar si la cantidad que se requiere de envases podrán descomponerse al tiempo en que son desechados, así como el costo de fabricación de los mismos. 

¿Qué podemos hacer?

Definitivamente reducir el uso de envases de un sólo eso se presenta como una urgencia, además es importante buscar formas de reutilizar hasta su límite estos envases y separarlos de manera correcta para que pueda ser reciclado. El plástico es un material reciclable, lo que hace falta es un consumidor más consciente de esta necesidad y una industria dedicada al reciclaje más organizada para que el porcentaje que actualmente se recicla se eleve. 

Por tanto, consideramos que las empresas deben enfocarse en la reducción de materiales, energía, utilización de resinas que puedan reciclarse y la integración de una campaña que promueva el reciclaje.